El urogallo cantábrico parece resistir el peligro de extinción. Tras décadas tratando de frenar su desaparición, en 2023 se consiguió alcanzar una tasa de reproducción de 1,8 pollos por hembra. Un dato que, si bien puede parecer poco significativo, es el mejor de los últimos años.
Así lo han explicado en un encuentro en Villablino expertos del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, de la Junta de Castilla y León y del Principado de Asturias. Se estima que, a día de hoy, existen 190 ejemplares de urogallo cantábrico en la cordillera de los que tan solo 60 son hembras. Un número modesto que podría suponer la gran esperanza, tras ser una especie declarada en situación crítica en el año 2018. Este censo volverá a realizarse a lo largo de 2024 para comprobar la evolución de su población.
En el mismo encuentro, la dirección de Planificación Agraria ha anunciado que el Principado de Asturias reformará el Centro de Cría del Urogallo Cantábrico de Sobrescobio para apoyar la reproducción de esta especie.
