BORJA

Lobos, ecologistas y políticos (César José Llanes)

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Leo esta excepcional carta en el diario La Nueva España, que por su interés para nuestra  Comarca de los Picos, la reproduzco en mi espacio habitual, tan querido por mis numerosos Parroquianos:

En las declaraciones del representante del AVISPA sobre la cabeza de un lobo colgada de una señal en Salas (hecho que yo no comparto), me parece que se ha excedido en sus expresiones. Y cito textualmente algunas: delincuentes, intereses espurios, psicópata, situación dantesca... Si para esta persona esto es una situación dantesca, qué sería el ver veinte ovejas esparcidas por un prado, al lado de su casa, comidas vivas, es decir, algunas tenían comida una pata, otras con las tripas fuera en posiciones tremendamente grotescas, todas con heridas mortales, pero todas estaban vivas, sólo una, que no la vieron porque se cayó a un foso, fue la única que no estaba herida, pero ésa nunca más berró, o sea, se quedó muda para toda su vida. Se veía que habían intentado escapar de la muerte. El prado está lleno de sangre por todas partes; entre ellas había corderos criados a biberón, no importa, su enemigo las intentó matar por matar. De las veinte ovejas, que representarían 800 kilogramos de carne, les comieron ocho o diez kilos. Según los entendidos, serían tres lobos. No tuvieron piedad, la agonía de las ovejas desde que las vimos y se sacrificaron tuvo que ser tremenda. Quizá para este tipo de personaje esta situación no sería dantesca, no tendría importancia, pues sólo eran ovejas.

Yo no sé si esta persona, un tal José Cuesta, habló en nombre de la asociación o en el suyo propio. Por las luces, yo creo que habla a título personal, porque dentro de este colectivo, que yo respeto y admiro, estoy seguro de que existen personas mucho más cualificadas que hablarían posiblemente más en positivo, es decir, del por qué suceden estos casos y cosas, qué es lo que está pasando para que se llegue a estas situaciones. Su punto de vista para solucionarlas.

La defensa poética de todos los animales y plantas en la faz de la tierra está muy bien hacerla, pero que esa defensa no convierta a los animales y plantas en una plaga que afecta a la vida económica y social de un país.

Es chocante ver cómo ciertas asociaciones ecologistas se manifiestan intransigentes con otros argumentos que no sean los suyos. Yo entiendo que hay muchos grupos y fundaciones subvencionados por el Gobierno del Principado y que defender ciertos animales es defender su modo de vida, poniendo por bandera lo ecológico. Lo extraño es cuando ven sólo lo que les ponen delante, es decir, se rasgan las vestiduras para defender al lobo porque es lo más fácil, al fin sólo tienen de rivales a unos ganaderos flacos de poder. Otra cosa sería hacer frente a las industrias contaminantes, que nos están ahogando, algunas industrias de la alimentación, que supuestamente nos están envenenando, los transgénicos, los tratados internacionales para bajar la calidad alimentaria, etcétera. Para estos importantísimos temas estos autollamados ecologistas, haciendo alarde de su más absoluta ignorancia o sumisión, no saben, no contestan. Al final, tímidamente, una vez al año dicen algo, poco para lo que tendrían que decir, como lo hacen en otros países. En España yo creo que estas asociaciones sólo son unos palmeros que palmean cuando alguien les pone una canción determinada.

Está claro que los que tenían que dar soluciones duraderas (no de unas semanas, como lo vienen haciendo desde hace años) son los políticos, pero no las van a dar. Estos partidos llevan gobernando desde la Transición, fundamentalmente PSOE e IU, y lo más notable que hicieron fue situar a Asturias a la cola de España en casi todo, pero, ¡ojo! Ahora nos están advirtiendo de los males que acechan a Asturias, despoblación de las zonas rurales, envejecimiento de la población, emigración de miles de jóvenes al extranjero; parece que acaban de llegar y que ellos no intervinieron en nada. Pues bien, en el caso del lobo tampoco van a solucionar nada, porque en Asturias, más que en otro sitio, el problema son los políticos y los sindicalistas, que llevan haciendo lo mismo casi toda su vida, intentando arreglar Asturias, y lo que vemos los asturianos es que los que se arreglaron fueron ellos.

Por lo tanto, el político reclinado tranquilamente en su sillón, con el tema de los lobos, está esperando que nos matemos entre los que quieren lobos por todas partes y los que sólo queremos lobos muy controlados en determinados parajes.

Yo hace poco pasé andando los Pirineos, desde San Juan de Pie, del puerto en Francia, a Roncesvalles (haciendo el Camino de Santiago), y tuve la oportunidad de ver algo que aquí ya no se ve ni se verá. En la parte francesa de los Pirineos miles de cabezas de ganado pastando: ovejas, cabras, caballos. Era evidente que allí no había lobos.

Debe de ser que los franceses son más tontos que nosotros.

César José Llanes (Grado)

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