VICENTE G. BERNALDO DE QUIRÓS

El partido de los maltratadores

No es fortuito que Vox mantenga esas posiciones retrógradas sobre violencia de género

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VOX y la violencia de género

 

El inadmisible chantaje que Vox ha planteado a Partido Popular y Ciudadanos para derogar las leyes contra la violencia de género a cambio de su apoyo a la constitución de un gobierno derechista en Andalucía ha hecho temblar las estructuras de los dos partidos, pero mientras que la formación de Albert Rivera ya avisó de que no admitía las presiones de la ultraderecha, el partido de Pablo Casado, quizá por la inseguridad de su líder, su ansiedad por gobernar algo y su déficit universitario, ha dado alas a la organización de Santiago Abascal para seguir ejerciendo su control político.

  

Vox ha decidido ser el martillo de las políticas de igualdad sin importarle el coste político que puede representar. De hecho le es indiferente que se le tilde ya como el partido de los maltratadores, ya que gana presencia mediática y aunque el 52% de la población de este país sean mujeres. Si le votan los violadores y los dueños de los puticlubs, seguro que se da con un canto en los dientes y no necesita las papeletas femeninas.

   

Y no es fortuito que Vox mantenga esas posiciones retrógradas sobre violencia de género, ya que su cabeza de lista en Andalucía, el juez Francisco Serrano ha sido suspendido por prevaricación durante dos años ya que cambió unilateralmente un régimen de visitas para que un menor pudiera ir con su padre a una procesión. Gracias a sus amigos reaccionarios del Consejo General del Poder Judicial volvió a la magistratura, a pesar de que la suspensión podía continuar, según se dictaminó en primera instancia. Hoy dice ser juez en excedencia y que mantiene posiciones muy misóginas, al igual que bastantes de sus colegas de profesión.

  

Las carencias afectivo sexuales y el déficit eréctil de algunos miembros del colectivo judicial no deberían influir sobre los justiciables y sería muy conveniente que los afectados acudieran a la consulta de un profesional psiquiátrico. Y muy beneficioso para ellos.

  

Me da la impresión de que Vox está tensando demasiado la cuerda para conseguir sus objetivos ideológicos en Andalucía y puede salirle el tiro por la culata si enoja demasiado a Ciudadanos. El partido naranja es segundo en la coalición de derechas de Andalucía y esa misma condición tendría si se le hinchan los huevos y se arroja en brazos de Susana Díaz que le recibiría como una bendición del cielo. Entre PSOE y los diputados que representa Juan Marín suman 54 votos, uno menos que la mayoría absoluta. Alguien en Vox debería saber aritmética, por lo que seguiremos atentamente las noticias. 

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