PILOÑA

Un cable de la luz a poca altura provocó que un pescador de Parres se electrocutara

El afectado, parragués, sólo quiere que se tomen medidas para que no haya que lamentar futuras desgracias

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Electrocución en el río Piloña

 

Indignado, desamparado y preocupado

Así se muestra el parragués R.V.A, quien el pasado 10 de julio se llevó un gran susto -que podía haber terminado en tragedia-cuando practicaba su afición favorita, la pesca, en la orilla del río Piloña, entre Villamayor e Infiesto.

Era la hora de comer y acudió a esa zona, cercana a su trabajo, para echar una varada en ese pequeño tiempo libre de su faena diaria. A los pocos minutos de llegar, localizó dos salmones y lanzó un par de veces su caña. La segunda de ellas, enganchó algas y hierbas del fondo del agua y, al mover la caña para retirarlas, lo notó: “una descarga terrible. Me quedé en la postura en la que estaba, con la caña agarrada con la mano derecha y oía el ruido de la electricidad atravesándome. Fui consciente de lo que estaba pasando así que intenté caer hacia atrás con el cuerpo y, al cabo de unos segundos, lo conseguí. De repente, estaba tirado en el suelo y notaba que no podía casi respirar. Cuando miré el brazo derecho, estaba completamente blanco y me pareció que tenía el doble de su tamaño, así que me incorporé y empecé a sacudirlo pegado a mi cuerpo. Poco a poco fue recuperando el color. De la que iba para el coche a llamar por teléfono, noté sabor a sangre en la boca y me di cuenta que me había mordido y que estaba quemado en las manos. La electricidad, conducida por el carbono del que está hecha la caña de pescar, había entrado por mi mano derecha y salido por mis pies, dejándome agujeros en los calcetines y las botas, y el suelo, donde estaba de pie cuando ocurrió todo, estaba quemado”.

Los agujeros que quedaron en los calcetines del pescador tras los sucesos narrados en el río Piloña

El culpable de todo lo sucedido fue un cable de la luz colgando a una distancia que la caña del afectado (de 7 metros y sin desplegar del todo) alcanzó perfectamente, sin necesidad de alzar el brazo. Sufrió quemaduras de tercer grado en manos y pies y se pasó la tarde en las urgencias del hospital de Arriondas, donde le hicieron todas las pruebas oportunas para descartar secuelas internas. No las había. Tuvo suerte. Pero ahora le preocupa que esa suerte que el gozó no toque a otra persona, y que el mencionado cable acabe causando una desgracia mayor. “Yo me encuentro bien y afortunadamente todo quedó en un susto muy grande, pero en esa zona pesca mucha gente, entre ellos muchos críos, y puede acabar pasando algo más gordo y que haya que lamentar. Saliendo en los medios sólo pretendo advertir de ese peligro, ya que ni en EDP ni en el Ayuntamiento de Piloña parecen haberse tomado muy en serio mis advertencias y hay una desidia y un abandono por su parte que me sorprende. Me siento desamparado y preocupado”, cuenta.

La situación narrada fue puesta en conocimiento del consistorio piloñés y de la empresa eléctrica desde el día siguiente, pero no fue hasta la pasada semana, después de salir en los medios de comunicación, cuando le llamaron para acudir al lugar de los hechos, “De EDP vinieron dos técnicos que, de mano, pienso, no me creían. Después de llegar al lugar, con la zona aun quemada y viendo al lau míu lo bajo que está el cable, me dijeron que la línea cumple la normativa pero que no sabían especificarme los metros a los que debe estar...No lo entiendo. No he vuelto a tener noticias de ellos. Desde el Ayuntamiento acudieron un concejal y un técnico, y quedaron atónitos, perplejos con la situación, pero tampoco he recibido más noticias de su parte. Yo lo único que quiero es que lo valoren y hagan algo, que son 24.000 voltios al lado de una zona de pesca. Hasta donde yo sé, la pesca no es un deporte de riesgo ni nada ilegal. Yo tengo conocimientos de pesca, porque me salieron los dientes a la orilla del ríu mientras pescaba, y sé –porque además hay precedentes- que alguien con menos reflejos de los que yo tuve puede morir ahí. E muy triste que haya que lamentar una desgracia para que se corrija algo como un cable de electricidad a poca altura junto a la orilla de un río. Me da impotencia, rabia…estoy preocupado”, narra.

Tras hablar con el afectado, este medio se puso en contacto con el Ayuntamiento de Piloña para conocer su versión y si tenían intención de tomar cartas en este asunto. El alcalde, Iván Allende, respondía el lunes que “el viernes se acudió con el afectado al lugar del accidente y se está realizando el pertinente informe en base a esa visita y a la descripción de los hechos que R. hizo. Una vez acabado ese paso, el informe será enviado tanto a industria como a la compañía eléctrica porque, obviamente, nosotros no queremos que exista ese peligro y nuestra intención, por supuesto, es evitar cualquier suceso de esta índole.”

 Este es el cable, ubicado en el río Piloña, en el la caña del afectado quedó enganchada

 

 En el lugar de los hechos el suelo quedó quemado