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Aniversario de La Roca de Sevares, cuatro décadas de un clásico de la hostelería de Asturias

La familia Sánchez Remis celebra el 40 aniversario de La Roca de Sevares

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40 años de La Roca de Sevares

 

El 6 de octubre de 1979, a las cinco de la tarde, abría sus puertas La Roca de Sevares. Por aquel entonces, el tercer restaurante con licencia de parrilla en toda Asturias. El domingo se cumplirán 40 años de aquella inauguración, cuatro décadas de un negocio que  pusieron en marcha los hermanos Manolo, Celia, José Antonio, Rosa y Pedro Sánchez, llaniscos, de Caldueñu, que retornaron de Venezuela para afincarse definitivamente otra vez en Asturias.

Aquella Roca era un establecimiento de 140 metros cuadrados, con un aparcamiento de 600 metros; cuarenta años después La Roca tiene 900 metros cuadrados a los que se suman otros 3.000 de aparcamiento, o lo que es lo mismo, una capacidad para atender a 500 comensales a la carta. Además de piscina, parque infantil y hasta una espectacular pista de pádel.

La parrilla de Sevares es uno de esos negocios que parece tocado por la varita mágica desde el primer día, que no ha dejado de crecer desde entonces y que hasta pudo al progreso: la Autovía del Cantábrico, que cambió los flujos de tráfico de la Nacional 634 y que se llevó por delante a un buen número de establecimientos de hostelería.

La Roca de hoy la regentan Angelita Remis y Rubén Sánchez, la esposa y el hijo mayor de Pedro, el socio mayoritario de aquel negocio que fundó con sus hermanos y que desde hace veinte años dirige en solitario con su mujer y sus hijos. «La Roca no sería La Roca, ni habría llegado hasta aquí, si no fuese por Angelita», asegura Pedro, que habla con devoción de su esposa, «excelente cocinera y gran administradora. Lleva cuarenta años levantándose a las 7 de la mañana para empezar la jornada en La Roca. Desde que abrimos habrá dado dos millones de comidas».

¿Donde reside el secreto de La Roca? ¿Por qué el cliente les sigue siendo fiel? Pedro lo tiene muy claro, «nosotros vinimos de Venezuela con una filosofía que no había aquí. Mi hermano Manolo, el mayor, era un profesional de la hostelería por el que se peleaban en Caracas y él fue quien marcó el rumbo a seguir, aunque desgraciadamente murió muy pronto. Mi vida era la construcción, yo trabajaba de encargado de obras en Venezuela y no tenía ningún interés por la hostelería, él fue quien me enseñó, de hecho yo hice la obra de La Roca y mi intención era regresar a Venezuela pero la vida da muchos tumbos y la muerte de Manolo terminó marcando mi futuro».

Cuando abrió sus puertas La Roca tenía sólo un empleado, Gloria Vega, que empezó en la cocina con 16 años y que continúa fiel a la familia Sánchez Remis. La plantilla del restaurante, cuarenta años después, la componen 16 trabajadores fijos, a los que se suman varios extras en los días y épocas más “fuertes” del año.
La Roca sigue conservando aquel espíritu y buen hacer de los comienzos, el que le imprimieron Manolo y su madre, Carmen Amieva, excelente cocinera; las hijas de ésta, Celia y Rosa; y Pepe Puertas, un reconocido parrillero que también llegó desde Caracas.

El filete al quesu, filete miñón o filet mignon, la parrillada de mariscos, la paella o la zarzuela de mariscos llegaron  a la Comarca –para quedarse– de la mano de La Roca, donde también se apostó desde el primer momento por la cocina de caza, con el jabalí como máximo exponente.

Los Sánchez Remis también están presentes desde el año 2003 en Cangas de Onís, donde Pedro abrió un clon del negocio de Sevares que hoy regentan los otros dos hijos del matrimonio, Lorena y Adrián.

El domingo, a partir de las 8 de la tarde, fiesta de celebración

El domingo la familia quiere celebrar el 40 aniversario con todos sus clientes y amigos, por eso tienen preparada una fiesta a partir de las 20 horas, con sorpresas y sorteos para disfrutar de una cocina que tiene una legión de fieles y una bien ganada fama a lo largo de estas cuatro décadas.

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