POLÍTICA

Charo Fernández Román: «Estas son mis últimas Piraguas en la Alcaldía»

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Charo Fernández, alcaldesa de Ribadesella

 

La alcaldesa de Ribadesella es una mujer de ideas claras, de esas que con la razón «entra por una pared», según apuntan desde su círculo más cercano. Por eso, la decisión que tomó hace meses no tiene marcha atrás. «Estas son mis últimas Piraguas en la Alcaldía. No me voy a presentar a la reelección el año que viene» asegura sin titubeos.

– ¿Quién cree usted que se alegra más en la oposición riosellana de su decisión de no repetir?

–... pues yo diría que, sin duda, los socialistas. A nosotros nos votaron muchos vecinos que eran votantes del PSOE. No es casualidad que ahora sólo cuenten con dos concejales.

 

– Otra legislatura más. Otro gobierno... y Ribadesella sigue sin ver, no ya un puente nuevo, sino  un puente remozado.

– Lo teníamos muy cerca con el anterior gobierno, pero con la moción de censura la cosa está en el aire. Confío que el nuevo ministro sea receptivo y no vuelva a estancarse una obra que es muy necesaria para Ribadesella.

 

– ¿Habrá un nuevo aparcamiento cuando usted se despida el próximo mes de mayo?

– Ahora mismo se puede hacer el aparcamiento en altura junto a la estación de autobuses e ir dando los pasos para comenzar el desarrollo de toda esa zona desde el Cobayu hasta el puente.

 

– ¿Se hará ese aparcamiento?

– Si los partidos pusiesen por delante las necesidades de los riosellanos debería de hacerse, pero estamos a menos de un año de las elecciones y aquí los únicos que hemos antepuesto las necesidades de los vecinos a las necesidades del partido hemos sido nosotros, Foro Ribadesella. Yo y mi equipo tenemos la conciencia tranquila porque aún gobernando sin una mayoría absoluta ya hemos cumplido casi todo el programa electoral con el que nos presentamos a las elecciones, además de haber hecho otras muchas cosas que no llevábamos en él.

«Los alcaldes estamos absolutamente indefensos ante la falta 

de respeto por la Ley que demuestran muchos ciudadanos»

– Y la Plaza de Abastos. ¿Qué haría usted con ella?

– Supongo que será el alcalde o alcaldesa que me suceda quien tome la decisión, pero yo lo tengo muy claro: con el informe técnico en la mano yo la derruiría para poder desarrollar en toda esa zona la idea que presentamos hace unos meses y contar en Ribadesella con un auditorio. Los técnicos dicen que habría que gastar 700.000 euros en un edificio que no serviría como centro de reuniones, porque no se pueden poner sillas y que tendría muy pocos usos. Yo no me gasto 700.000 euros de todos los vecinos por un capricho, para mantener en pie algo que no nos va a dar ningún servicio. Si nos atenemos al informe técnico no creo que nadie pueda defender otra cosa.

 

– De momento ustedes y el PP plantean inversiones por un importe de 536.000 euros con cargo al remanente de tesorería, pero el total del remanente es de 1,8 millones, ¿habrá más inversiones con cargo a este capítulo?

– Tenemos margen para hacerlas y no lo descartamos.

 

– ¿Inaugurará usted el área de desembarco de las canoas en Lloviu?

– Debería de estar finalizada para la Semana Santa. Hay que poner fin a la imagen que se llevan los miles de turistas que bajan el río Sella y desembarcan en Lloviu, que es Ribadesella.

 

– Va a dejar usted la política cuando está en la cresta de la ola y cuando en Ribadesella se palpa que volvería a ganar las elecciones. ¿Por qué se va?

– Creo que me voy con los deberes hechos. Ahí está todo lo que se ha hecho en Ribadesella en estos siete años largos. Llegué a un Ayuntamiento que era un auténtico caos económico y contable y dejo un Consistorio saneado y ágil. Aquí una licencia de obra mayor se tramita en un mes, mes y medio, cuando depende de nosotros solamente. Desde fuera las cosas se ven de una manera muy diferente a como se vive dentro. Los alcaldes estamos absolutamente indefensos ante la falta de respeto por la ley que demuestran muchos ciudadanos. Un vecino hace una obra sin licencia alguna, el Ayuntamiento le requiere y él da la vuelta a la situación poniendo una denuncia al alcalde por prevaricación... denuncia que seguro le van a admitir a trámite. Un caso así no es excepcional y el alcalde tiene que pagarse de su bolsillo el abogado y responder con su patrimonio. Te amenazan, insultan y amedrentan y se amparan en la libertad de expresión. A mí estas situaciones ya me han hartado. Esa falta de respeto y de educación que se palpa en la sociedad se traduce también en una falta de respeto a la Ley, porque saltarse la Ley sale barato. Pero esto no quita que para mi sea un orgullo ocupar el cargo de alcaldesa y trabajar para que mi municipio mejore, algo que haré hasta el último día de este mandato.