LES PIRAGÜES

Los Amigos de Dionisio de la Huerta entregaron sus Premios en Cangas de Onís

Emotivo recuerdo de Emilio Llamedo en Cangas de Onís

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Amigos de Dionisio de la Huerta

 

La Casa de Cultura de Cangas de Onís fue el lugar elegido por el colectivo de Amigos de Dionisio de la Huerta para entregar sus galardones 2019, unos premios que ensalzan la trayectoria de personas o grupos vinculadas a la historia y el devenir del Descenso Internacional del Sella.

Este fue el segundo año consecutivo que estos premios se entregan en el concejo cangués, ya que el pasado año se entregaron en Covadonga, acompañando la celebración de los tres Centenarios que se conmemoraban en Cangas de Onís. Esta edición, teniendo en cuenta que el Descenso Internacional del Sella va dedicado al Club de piraguas Sirio en su 50 aniversario, los Amigos de Dionisio volvieron a Cangas de Onís, un gesto que agradeció el regidor, José Manuel González Castro, aludiendo que Cangas tiene mucho que decir en la historia del Sella y de la fiesta de les piragües.

El acto de entrega de los premios que llevan el nombre del creador de la fiesta de les piragües empezó a las siete de la tarde, con la inauguración de una exposición titulada “50 años del Club Sirio con Dionisio de la Huerta” en la que pueden verse numerosas fotos de la historia del sella y del club de piragüismo cangués y en la que destacan carteles antiguos, piraguas pioneras en la prueba deportiva, una recreación del despacho de Dionisio e incluso el chaleco, la montera y el collar que éste lució la última vez que disfrutó de la fiesta del Sella.

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Pepito Montes, Alberto Estrada y Antonio Corripio.

Tras la puesta de largo de la muestra, se entregaron los galardones en un acto que estuvo conducido por Esther Canteli y que abarrotó el salón de actos municipal. Un video contando la biografía de Dionisio sirvió de apertura al acto y emocionó ya en los primeros minutos a todos los presentes, ya que al finalizar el mismo se podía ver a un anciano Dionisio de la Huerta mirando a cámara e invitando a todos a unirse a la celebración del sella de este año “porque va a ser, como siempre, única”. Una llamada intemporal del creador de esta fiesta deportiva, única e internacional. Después de tan emocionante llamada, el primero en tomar la palabra fue Alberto Estrada, presidente del colectivo de Amigos de Dionisio, que habló de lo importante que es la unión de los concejos y vecinos “para que el Sella perdure” y recalcó que “el Sella se hizo grande porque Dionisio lo inventó pero, después, fue la unión y el trabajo de muchas personas lo que tiró de él”. Estrada aprovechó también para pedir a los alcaldes presentes en el acto un lugar para almacenar y exponer el gran legado del Sella, que es mucho, “podría hacerse un gran museo para que las miles de personas que cada año vienen a bajar el Sella puedan conocer la historia de la fiesta”.

Tras la liturgia de apertura, empezó la entrega de premios, donde los primeros en subir al escenario fueron el Real Grupo de Cultura Covadonga, galardonados por sus 80 años de historia y vinculación al Sella. Su presidente, Antonio Corripio, recogió el galardón de manos de Janel Cuesta, y agradeció el premio afirmando que “Asturias está en deuda con Dionisio de la Huerta”, añadiendo que “Nunca faltan ni faltarán grupistas en el Sella ni en sus orillas porque en el Grupo somos Selleros del alma”. Tras él, el siguiente en subir al escenario fue Monchu Pelaez, el más veterano de los grupistas y vencedor del Sella en el año 55 junto a Pepito Montes, que recogió uno de los premios de los piragüistas históricos, “para un asturianu ganar el Sella es una alegría incomparable” dijo emocionado, recordando a su compañero de batallas y el amor por el deporte que les acompañó siempre, “Viva el Sella y Vivan les Piragües”, añadió sonriente mientras retumbaban los aplausos en la sala.

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José Manuel González Castro y Juan Redondo, presidente del Sirio.

El Club de Piraguas Sirio, por su medio siglo de historia, y Ana Rodríguez, primera canguesa en ganar el Sella con este club y primera mujer española en obtener una medalla a nivel internacional, fueron los siguientes premiados del acto. Juan Redondo, actual presidente del club de piraguas de Cangas de Onís, recogió el premio Dionisio de la Huerta 2019 en nombre de todo el club y afirmó que el galardón era para los sirios como estar en una nube. Agradecido, Redondo dedicó el premio “a todos los que, a lo largo de estos 50 años, han pasado por el Sirio…Piragüistas, técnicos, colaboradores y los críos que empiezan ahora” y afirmó –dándole una vuelta al refrán- que “Los amigos de Dionisio de la Huerta son nuestros amigos”. Ana Rodríguez, premiada en la categoría dde piragüistas históricos y miembro del Sirio, no pudo estar en el acto por encontrarse de vacaciones al otro lado del Pacifico, pero envió un vídeo de agradecimiento en el que no faltaron los Vivas al Sella y a les Piragües

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Foto de familia de los representantes del Codis, premiados en Cangas.

Premio para Emilio Llamedo y el Codis

En último lugar se entregó el premio a los dirigentes históricos del sella, que este año llevaba un nombre de los grandes en su placa: el de Emilio Llamedo Olivera, “un soñador para un río”, como le definió Canteli. Los Amigos de Dionisio quisieron premiar al que fue el mejor pupilo y cómplice de Dionisio para hacer grandes las piraguas, presidente del Codis durante más de 3 décadas, pero también al equipo de trabajo que le acompañó durante ese tiempo. Carlos Tejo, Titu Manzano, Koka, Patricia Llamedo o Victor Peruyero fueron algunos de los que acompañaron a Emilio en aquel periplo, que comenzó en el año 78, siendo Llamedo alcalde de Parres y Valdés alcalde de Ribadesella, y que duró hasta el año 2011, cuando Emilio fallecía unos días antes de la celebración del 75 Descenso Internacional del Sella. En un escenario lleno de gente (familia de Emilio, alcaldes y concejales de Parres y Cangas y miembros del Codis durante aquellos años) se recordó y honró la figura de Emilio Llamedo, su trabajo y entusiasmo y su alegría y don de gentes. Carlos Tejo recordó cómo Emilio le llamó para ponerse a trabajar en el Sella y cómo no pudo decir que no. Habló también de la forma de ser única de Llamedo y recordó a Luis Fernández Canteli, que se hizo cargo de la organización del Descenso Internacional desde el año 73 al año 78, época en la que Dionisio estuvo más ausente de las celebraciones selleras. Una historia similar contó Titu Manzano, que recordó que Emilio le llamó para hablar en el puente en los momentos previos a la salida y para entregar los premios en Ribadesella cuando él no tenía ninguna implicación con el mundo del piragüismo, “de mano dije que no, pero Emilio no aceptaba el no como respuesta tan fácilmente”, dijo recordando el carisma del eterno presidente del Codis. Titu tampoco quiso dejar de recordar a uno de los hermanos de Emilio, Máximo Llamedo, presidente del Club los Rápidos de Arriondas e incansable espíritu sellero que tanto hizo por les Piragües y por el piragüismo y que siempre estuvo ahí, empujando para que la fiesta continuara y para que la afición por el piragüismo en Parres nunca decayera.

Una foto de familia y un gran aplauso cerraron el acto de estos premios, donde se honró sobradamente la memoria de una fiesta para la que sólo faltan unos días y que, eternamente, llevará escritos en su historia los dos nombres que más resonaron en el acto: el de Dionisio de la Huerta, creador del Sella y alma de la fiesta, y el de Emilio Llamedo Olivera, corazón de una prueba internacional de piragüismo al que los Selleros, como a Dionisio, jamás olvidarán.

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Foto de familia de todos los galardonados.

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En la Casa de Cultura canguesa se puede visitar hasta finales de agosto la muestra "50 años del club Sirio con Dionisio de la Huerta".