Celestino Izquierdo: el campeón de karting senior está en Tiñana

Izquierdo ha ganado la categoría X30 senior en su primer año de competición

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photo_camera Celestino Izquierdo posa junto a su kart en el Circuito Fernando Alonso de Cayés.

El único sitio en el que podría encontrarme con Celestino para que me contara sus peripecias como piloto, de no ser tomando una botella de sidra en Tiñana, era en el Museo y Circuito de Fernando Alonso. Ese lugar que, pese a su falta de poso por lo reciente, ya empieza a oler a épica, a historia, a cientos de vueltas al circuito, a salir corriendo a la tienda a comprar un piñón porque me lo acabo de cargar y no puedo correr así, a solidaridad, a padres que son mecánico, jefes de equipos, bancos a fondo perdido y paños de lágrimas. A batallas y, sobre todo, a batallitas, que suelen ser siempre las mejores.

Aunque la historia de Celestino ya la hemos escuchado miles de veces, nunca nos cansamos de ella: ese niño que crece entre coches de carreras y asfalto porque su padre compitió en rallies y que, tarde o temprano, choca contra la misma piedra y se hace piloto. En el caso de Celestino, más bien tarde que temprano porque bordeaba la treintena cuando decidió que quería competir. Vendió el kart de segunda mano que tenía y adquirió otro un poco más acorde con lo que quería hacer: mono, casco y a campeonar, que no es gerundio, pero casi.

«En esta categoría corremos todos en las mismas condiciones: karts con motores de serie de 125 cc y 30 caballos de potencia que alcanzan una velocidad máxima de 130 km/h. El campeonato consta de dos carreras que se celebran en el Circuito Fernando Alonso. Gané la primera y quedé tercero en la segunda, lo que me hizo campeón de Asturias en mi primer año de competición».

Ser campeón en estas categorías, en este deporte que no es precisamente barato, da para muchos galones de satisfacción personal, un trofeo, licencia gratis para el año que viene y poquita cosa más. Hay que seguir arañando debajo del colchón para poder competir otro año porque los patrocinadores escasean, en el mejor de los casos. «Yendo por lo bajo, una carrera puede salir por unos 400 o 500 euros. Yo este año he corrido de manera independiente, costeándome todos los gastos. Espero que a partir de ahora encontrar patrocinadores sea un poco más viable ya que me gustaría correr el Campeonato de Castilla y León y, posteriormente, el Campeonato de España».

La figura de Fernando Alonso es muy larga pero no lo suficiente para que las empresas quieran depositar sus dineros en categorías tan residuales como el karting. Pese a ello, su aportación a un deporte con miles de aficionados en Asturias sigue siendo clave para que muchos de ellos puedan pasar del sofá al asiento de piloto. «Pagamos una cuota mensual que nos da derecho a rodar todo lo que queramos en el circuito. Además, el circuito cuenta con unas jaulas que es donde guardamos el kart y el material que lo alquilas por 100 euros al año. Las instalaciones son perfectas y el personal del circuito encantador».

Parece que el automovilismo es un deporte en que los candidatos a practicarlo lo tienen todo en contra: inmensamente caro, con casi nulas opciones de llegar a la élite ni de llegar a vivir de ello, con riesgo para la integridad... No parece un buen plan, sin duda. «El gusto por el motor, la tensión de las carreras, esa adrenalina es la que nos hace seguir en este mundo de las carreras. La pasión que sentimos es nuestro motor para solventar las dificultades».