De todos es sabido que el cachopo conforma uno de los platos más emblemáticos de la tradición culinaria asturiana y es que no es de extrañar que este delicioso plato suponga la joya gastronómica de Asturias por excelencia. Relleno de jamón y queso o de cecina y queso de cabra son los dos tipos de cachopo más habituales que se pueden encontrar en los restaurantes y cocinas asturianas, pero lo cierto es que este plato puede presentarse de un sinfín de formas y con diversos ingredientes.
Por ello, la elaboración de un buen cachopo puede albergar numerosas maneras de cocinar y por ende, diferentes trucos y secretos en su elaboración. ¿Quieres saber cuáles son los más importantes? A pesar de que no existe una receta fija para conseguir un buen cachopo, lo cierto es que hay una serie de ingredientes básicos y pasos comunes que hay que seguir.
En primer lugar, es importante que la carne sea de vaca o de ternera y, a poder ser, de calidad; por otro lado, los cocineros más experimentados recomiendan que el corte que realicen en la carnicería será en forma de libro, ¿por qué? De esta manera, la persona que lo vaya a elaborar se asegurará de conseguir que el relleno del cachopo no se salga por los lados, evitando de esta manera que se desperdicien parte de los ingredientes. Otra posibilidad de corte consistiría en el famoso abanico que aconsejan muchos carniceros.
A pesar de que el tipo, la calidad y el corte de la carne formen parte de los elementos más importantes de la elaboración de un delicioso cachopo, hay que tener en cuenta otra serie de factores para conseguir un plato excelente y aquí entra en juego uno de los trucos que han pasado de generación en generación dentro de la tradición culinaria asturiana. ¿De cuál se trata? Puede que a muchos les sorprenda la respuesta y es que no tiene nada que ver con el rebozado, el relleno o los ingredientes, sino con la sartén en la que se fríe el propio cachopo. Así es, los utensilios de cocina que se empleen en la elaboración del cachopo son igual de importantes que el resto de elementos: una sartén honda, amplia y, sobre todo, que no se pegue conseguirá que el resultado final de nuestro cachopo sea digno de una estrella michelín. El hecho de que sea honda tiene un motivo y es llenar de aceite la sartén hasta la mitad, más o menos para lograr girar el cachopo con mayor facilidad.
Otro de los trucos más extendidos y populares consiste en golpear los filetes del cachopo ¿Para qué? Para romper las fibras del mismo y conseguir una textura más tierna y suave. A esta acción se le denomina espalmar y es algo muy común en la cocina de este plato típico asturiano De esta forma también, se puede conseguir que los filetes se hagan más grandes.
Un adecuado sellado del cachopo es otro de los aspectos clave a la hora de cocinar este asombroso plato asturiano. Este paso debe realizarse con especial cuidado para conseguir, sobre todo, que los ingredientes del relleno (el queso y el jamón principalmente) queden correctamente insertados e introducidos en el interior del cachopo. A la hora de sellar, es importante que se presionen los laterales del filete. Entre el paso del rebozado del cachopo con pan rallado y su propia fritura, otro de los consejos es dejar el filete recién empanado en la nevera durante unas horas. De esta manera, se logrará que todos los elementos del rebozado se adhieran mejor.
Un consejo en el que se hace gran hincapié es el aceite en el que se va a freír nuestro querido cachopo. Es crucial que este aceite se encuentre en las condiciones idóneas para la fritura posterior. ¿Cuáles son estas condiciones? En primer lugar, debe estar limpio y, sobre todo, caliente. Si echamos el cachopo sobre aceite frío o templado lo único que conseguiremos es que la fritura se haga de una forma mucho más lenta, además de exponer el filete al contacto con el aceite durante más tiempo, arriesgándonos a obtener un resultado mucho más aceitoso. Por ello, es importante que el aceite esté caliente (tampoco de forma excesiva) para lograr que el rebozado del cachopo sea más crujiente y sabroso. Echar pan rallado sobre la sartén será una forma idónea de saber si el aceite está lo suficientemente caliente; si el pan rallado comienza a freír de forma rápida, sabremos que es el momento perfecto para echar nuestro cachopo a la sartén.
Papel absorbente
Al igual que los aspectos previos a la elaboración (carne con el corte adecuado y de calidad, buenos utensilios) los elementos posteriores al resultado final son igual de importantes. En primer lugar, colocar el cachopo recién frito sobre un plato con papel absorbente con otro por encima permitirá que el exceso de aceite se elimine. Otra de las recomendaciones más extendidas consiste en dejar reposar el cachopo unos minutos antes de servir. Ahora que ya sabes todos los trucos para conseguir y disfrutar un delicioso cachopo, solo queda ponerlos en práctica.