La plaza del Ayuntamiento se llenó para disfrutar del pregón, el primer evento de las fiestas de Nuestra Señora del Carmen y El Carmín, a cargo de la Asociación Nora, de ayuda a personas con parálisis cerebral y/o discapacidad psíquica y amenizado por la Banda de Música de la Asociación Sierense de Amigos de la Música.
La primera en tomar la palabra fue Carmen Émbil, Embajadora de las Fiestas, que dio la enhorabuena a Nora "por su labor esencial e imprescindible" y pronosticó que la romería del lunes "batirá record de asistencia". "No es excusa para no vivir las fiestas desde el respeto, libres de agresiones, sobre todo machistas, racistas y homófobas", añadió.
También se dirigió al público la presidenta de la Sociedad de Festejos, Lucía Noval que señaló que el objetivo de este año "es conseguir un Carmín más sostenible". Para ello, el lunes se instalarán en los praos de La Sobatiella numerosos puntos de recogida de residuos, así como de botellas de sidra. "Apostamos por una romería más limpia, más segura y para todos los públicos", insistió.
Por su parte, Sheila Fernández, vocal de la junta directiva y polesa, ejerció como portavoz y recordó a los impulsores del colectivo, entre ellos a Carmen, que viendo que las necesidades de su hija Laura la alejaban de la comunidad, lideró su creación. Asimismo, repasó la participación y organización de numerosos eventos en la localidad, así como los momentos más destacados, entre ellos la cesión en 2001 de su sede, el antiguo centro de salud, o la apertura de la Sala Snoezelen, pionera de Asturias. Tampoco olvidó la pandemia, el momento más duro de estas tres décadas. "De un día para otro, sesenta personas se vieron privadas de terapias y apoyos, pero nos reinventado con atención telefónica, virtual, por WhatsApp e incluso por carta", explicó.
Por otro lado, Fernández recalcó que los parques adaptados, la eliminación de barreras arquitectónicas o las plazas para personas con movilidad reducida "son un derecho".
En el pregón también intervinieron Cristian Rodríguez y Manuel Fernández, dos de los usuarios de Nora, que relataron lo bien que lo pasan en terapias y talleres.
