Por segundo año consecutivo, los cofrades, tuvieron que cubrir la imagen del Ecce Homo con un plástico a modo de pexiglás, para protegerla de la lluvia, ayer jueves cuando se celebró la Bajada nocturna del Santu, desde la capilla de la Soledad, hasta la iglesia parroquial de Santa María de Noreña.
Tras la imagen del Cristo caminaron cientos de personas, en absoluto silencio, con las velas encendidas y también algún que otro paraguas. La imagen permanecerá en la iglesia parroquial hasta el próximo 15 de septiembre, cuando se celebrará la misa, cantada por el Orfeón Condal de Noreña y la posterior procesión de regreso a la capilla de la Soledad. Hasta ese día se celebra la tradicional novena y un amplio programa de actividades.