Ante la reunión del Comité Electoral del PP de Llanera fijada para mañana jueves, el sector crítico del partido que avala a Azucena Novoa como candidata a la Alcaldía ha solicitado un proceso participativo para que las personas afiliadas puedan hacer llegar sus preferencias al órgano encargado de designar la lista electoral. Además de la abogada, se postula a liderar la lista electoral Silverio Argüelles, actual secretario general, exconcejal y cuya candidatura ha sido impulsada por el presidente del PP local y exalcalde, Avelino Sánchez.
«Una gran parte de los componentes de la Junta Local hemos trasladado al presidente local y al comité electoral la idoneidad de que Azucena Novoa lidere la candidatura a las elecciones municipales, pero hasta el momento no hemos recibido respuesta», lamentan en un comunicado, en el que reiteran en varias ocasiones aglutinar «a la gran mayoría de afiliados». Asimismo, insisten en la idoneidad de Azucena Novoa para liderar la candidatura «por su preparación, su conocimiento entre los vecinos del municipio y su cercanía a todos los sectores de la sociedad» y apuntan que han remitido la petición al candidato regional, Diego Canga.
Por otro lado, aseguran que el hecho de que el presidente local, Avelino Sánchez, se posicionara públicamente a favor de que Silverio Argüelles lidere la candidatura «ha generado un gran malestar en el PP de Llanera, ya que entienden que está intentando condicionar la decisión del Comité Electoral a favor de una persona que lleva toda la vida con cargos de representación en el partido, que no supone renovación y que no es una opción bien vista por la sociedad de Llanera, lo que permitiría, sin duda, que siguiera gobernando el PSOE en el municipio».
Por ello, advierten que «imponer una candidatura desde un Comité Electoral que salió aprobado por la mitad de la Junta, teniendo en contra a la otra mitad, generaría una gran crisis en el partido que dificultaría enormemente que el PP mejorara sus resultados en Llanera, algo que no perdonarían los votantes y que llevaría consigo la irremediable dimisión tanto del presidente como del secretario general».
