"Tú también tienes voz", el primer libro de la llanerense Silvia López

Presentó su opera prima en La Granja de Oviedo
silvia-eliseo
photo_camera Silvia López.

Estoy por apostar que Silvia López tenía planes más interesantes para un sábado a las 10 de la mañana que tomar un café, ella un zumo de melocotón, con un desconocido que parecía un buhonero cargado con una réflex, una grabadora, una libreta y un bolígrafo naranja (es que me encantan los bolígrafos naranjas y las libretas, qué le vamos a hacer). Pero allí estaba, esperándome en la calle, puntual e impoluta, con su plumas oscuro y una bufanda a cuadros de colores alumbrando el día tristorro que reina en la vieja Vetusta.

Y rogué que Chesterton, escritor, periodista y filósofo (lo que ambos pretendemos ser en uno sólo), hubiera dejado para la posteridad una frase hermosa sobre la puntualidad que poder llevarme al artículo, pero sólo me dijo que su método para coger un tren era perderlo y tomar el siguiente: no sé qué pensar de ti, Gilbert Keith.

No es difícil hacer reír a Silvia. Es tan generosa en el esfuerzo que uno puede llegar a correr el riesgo de pensar que es hasta gracioso (nada más lejos). Habla mucho, se cuestiona, reflexiona... estudiante de tercer curso de Filosofía en la Universidad de Oviedo y escritora desde jovencita, presentó el pasado miércoles en la Biblioteca La Granja del Parque San Francisco de Oviedo, con el aforo completo, su primer libro titulado “Tú también tienes voz”. Cuando habla de él, Silvia es la felicidad encarnada en una persona.

«Creo que nunca sentí nada igual en mi vida como el día de la presentaciones. Es un libro que pretende dar visibilidad a la discapacidad, pero también se centra en otros tema esenciales, muy humanos y cotidianos, con emociones de las que todos podemos participar y sentirnos identificados»

Y es que no sólo se trata de barreras arquitectónicas, que también. «Hay mucho más, ese sentimiento que se te queda de no sentirte suficiente, siempre teniendo que demostrar cosas todo el rato. Esos sentimientos y otros muchos ya los tienes interiorizados después de toda una vida, y hay un trabajo interno muy fuerte para superarlo. Podemos hacer lo que nos propongamos. Nadie puede robarnos nuestros sueños».

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