MEDIO AMBIENTE

Ponga, Reserva de la Biosfera

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Ponga, Reserva de la Biosfera

 

El día 26 de julio de 2018, por decisión del Consejo Internacional de Coordinación del Programa El Hombre y la Biosfera (MaB) de la UNESCO, adoptada en su trigésima sesión celebrada en Palembang  (Indonesia), Ponga ha pasado a formar parte integrante de la Red Mundial de Reservas de la Biosfera.

Gracias al aprovechamiento sostenible por parte de los vecinos, de los recursos naturales que ofrece y ha ofrecido a lo largo de los años, ha sido posible que el concejo de Ponga haya llegado hasta nosotros en un estado de conservación digno de merecer tal reconocimiento. Sus bosques, sus pastos, sus ríos y montañas, su historia y tradiciones, y por encima de todos, su gente, todo ello de un valor inigualable, se nos muestra en un territorio de poco más de 20.000 ha.

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Los hórreso beyuscos son santo y seña de Ponga.

El proceso ha sido largo y arduo. Ponga fue declarado como Parque Natural el 24 de marzo de 2003. Desde entonces esta figura de protección y dinamización ha intentado valorizar la naturaleza que alberga tan característico y accidentado relieve: fuertes pendientes que se muestran en el impresionante desfiladero de los Beyos; ríos encajonados como el Viboli o el mismo Ponga; bosques maduros como el bosque de Peloño o el monte La Faeda; pastos de alta montaña: Arcenorio, Ventaniella o Entregüe; pequeños pueblos tan desconocidos para algunos como cargados de historia para otros: Tolivia, Vallemoro, Viboli, el único habitado de los tres; sus variados paisajes; su arquitectura tradicional, con sus hórreos beyuscos como protagonistas, todos ellos declarados Bien de Interés Cultural, o esas fiestas tradicionales, con su mayor atractivo en El Guirria, declarada como Fiesta de Interés Turístico del Principado de Asturias. Estos y otros muchos son los motivos por los que Ponga ha merecido el galardón de Reserva de la Biosfera.

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Fortificación de la Guerra Civil en Guaranga.

En marzo de 2016, el director general de Recursos Naturales, dependiente entonces de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, con M.ª Jesús Álvarez al frente, propuso ante los órganos de gestión del Parque Natural la posibilidad de proponer al concejo de Ponga como candidato para ser declarado Reserva de la Biosfera. Jornada informativa, reuniones de participación pública, proceso de información pública, alegaciones varias, contestaciones a dichas alegaciones, trámites administrativos de todo tipo, hasta que por fin el 28 diciembre de 2016 el Consejo de Gobierno del Principado de Asturias acuerda remitir al Comité Español del Programa MaB la solicitud a la UNESCO de la propuesta de candidatura de Ponga como Reserva de la Biosfera. 

Trascurrido más de un año desde la propuesta inicial, el 21 de septiembre de 2017, en el Congreso de Reservas de la Biosfera Españolas celebrado en Torla (Huesca), el Comité Español del Programa MaB propone la candidatura y decide trasladarla al Consejo Internacional de Coordinación del Programa, cuya próxima sesión se celebraría en Palembang (Indonesia) del 23 al 28 de julio de 2018; concretamente el día 26 se aprueba declarar a Ponga como Reserva de la Biosfera, publicándose tal circunstancia, en el Boletín Oficial del Estado, el 19 de noviembre del mismo año.

Queda ahora dar forma a la gestión de la reserva; es necesario crear los órganos de gestión y el Plan de Acción de la Reserva. Afortunadamente se declara sobre un espacio protegido como Parque Natural que ya dispone de órganos e instrumentos de gestión (actualmente en trámite de revisión, para lo cual en breve se iniciará el proceso de participación pública), que pasarán a ser además el Foro de Participación Social y el Plan de Acción de la Reserva, consiguiendo de este modo que no exista duplicidad normativa sobre el mismo territorio.

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El título de Reserva de la Biosfera supone un reconocimiento hacia los vecinos por haber sabido aprovechar de forma sostenible los recursos que les ha ofrecido la naturaleza, de tal forma que han conservado y mantenido la gran diversidad de sus ecosistemas mediante un desarrollo socioeconómico compatible con la conservación de dichos valores, constituyéndose como un lugar privilegiado para el ensayo y demostración de modelos de desarrollo sostenible; pero también se trata de una oportunidad para desarrollar nuevas iniciativas por parte de aquellos que quieran aprovechar las ventajas que esta figura les brinda; el hecho de entrar a formar parte de la Red Mundial de Reservas de la Biosfera implica que a partir de este momento a Ponga se le abre una ventana al mundo, o mejor, el mundo dispone ahora de una ventana en Ponga. Esperemos que esta eliminación de fronteras, este apertura al resto del mundo que representa el título de Reserva de la Biosfera, contribuya a menguar, si no a revertir, el éxodo rural que aqueja a estos hermosos parajes.

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Porque todo el mundo puede conocer desde ahora que la Reserva de la Biosfera de Ponga posee un medio natural caracterizado por su gran diversidad y elevado grado de conservación. Los ecosistemas más abundante son los bosques, que ocupan 8.295 ha, aproximadamente el 40 % de su superficie. En su mayoría se corresponden con hayedos y, en menor medida, con robledales albares, rebollares, bosques mixtos y castañares. 

Este amplio abanico de hábitats dan cobijo a especies de flora protegidas a nivel autonómico, entre las que se encuentran el tejo (Taxus bacata) y el acebo (Ilex aquifolium), así como a dos especies de narcisos, Narcissus asturiensis y Narcissus pseudonarcisus subsp. leonensis, la genciana (Gentiana lutea subsp. lutea) y los helechos Culcita macrocarpa y Woodwardia radicans.

Especial mención merece el bosque de Peloño, uno de los espacios forestales más emblemáticos de Asturias, un gran hayedo con pequeños robledales en su seno. Su extraordinario estado de conservación, con una superficie de 1.507 ha, hace que este espacio albergue una gran riqueza faunística.

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En lo referente a la fauna, la diversidad y el buen estado de conservación de los diferentes ecosistemas hacen posible que en este espacio se encuentren numerosas especies protegidas, entre las que destacan el urogallo cantábrico (Tetrao urogallus subsp. cantabricus), el pico mediano (Dendrocopos medius), el águila real (Aquila chrysaetos) o el oso pardo cantábrico (Ursus arctos).

Además de Parque Natural, el área propuesta como Reserva de la Biosfera se encuentra declarada como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA Ponga Amieva, ES0000316) y Zona Especial de Conservación (ZEC Ponga Amieva, ES1200009).

Todo ello hace de Ponga un lugar idóneo para el desarrollo de actuaciones relacionadas tanto con la investigación como con la educación ambiental, ya que ambas constituyen herramientas fundamentales para el conocimiento, valorización y difusión de sus recursos naturales y culturales. 

Desde un punto de vista social y económico, cabe destacar que la sociedad actual demanda espacios de estas características para el desarrollo de actividades turísticas, recreativas y de ocio. A este respecto se ha de considerar que Ponga posee un importante potencial para la práctica de este tipo de actividades, siendo uno de los destinos rurales más genuinos de la cordillera Cantábrica; que, curiosamente, aún está por descubrir por muchos visitantes de Asturias.

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La red de rutas y miradores que la Reserva de la Biosfera de Ponga pone a disposición del visitante ofrece la posibilidad de descubrir la subyugante naturaleza del concejo, desde una senda accesible que a lo largo de casi 500 m da acceso al mirador de Les Bedules, desde el cual se puede disfrutar de una impresionante panorámica de la Reserva y de los Picos de Europa, hasta una ruta de alta montaña que, con sus 19 km de recorrido circular y fuertes pendientes, circunda el emblemático pico Tiatordos, atravesando el embrujado hayedo de La Bufona y Brañadosu, cuyos pastos son aprovechados por el ganado vacuno de la tierra.

Por último, y no por ello menos importante, no se puede dejar de señalar la magnífica gastronomía a degustar en sus restaurantes de cocina tradicional y casera, destacando la nutritiva y sabrosa sopa de hígado, o los productos locales como el afamado queso de los Beyos.