La complicada situación que vive la Residencia de mayores, CPR de Arriondas parece que va encauzándose poco a poco. Por un lado, la Gerencia del ERA garantiza que no falte suministro a la cocina del centro, para evitar situaciones como las que se vivieron en semanas anteriores cuando escaseaban alimentos básicos, lo que generó que alguno de los residentes denunciase que pasaba hambre.
Del mismo modo las trabajadoras de la empresa que ostenta el contrato del servicio, Catering 45, han cobrado ya parte de los salarios que les adeuda la empresa, en concreto la nómina del mes de agosto, aunque continúan sin percibir el salario de septiembre, las horas extras y también la paga extraordinaria de Santa Marta que contempla el convenio.
La Asociación de Familiares, que hace unos días pidieron el cese de al directora de la Residencia de Arriondas, confían que el ERA pueda revertir completamente la situación para dejar atrás la inseguridad tanto de la plantilla de la empresa concesionaria del comedor y la cafetería del centro, como la inquietud de los residentes y sus familiares, que tras sufrir los largos meses de la pandemia, ahora se han topado con una situación completamente anómala en un centro público.
