Los vecinos de la zona rural de Siero han comenzado a movilizarse para reclamar a la Sociedad de Cazadores de Siero y Noreña, Socasino, que aumente el cupo de jabalíes por batida para hacer frente a la superpoblación que daña sus fincas y cosechas. Tras la celebración de varias asambleas y ante la negativa del colectivo a cazar más piezas, protagonizaron una concentración en La Pola, delante del Ayuntamiento, para dar visibilidad a su problema que, explican, afecta a numerosas localidades como Tiñana, Hevia, Santa Marina, Meres, Argüelles, Anes o Lieres.
«Con menos jabalí, más ganadería y agricultura», «contra la despoblación rural menos fauna salvaje», «con cupo no hay paraíso» o «contra el jabalí, menos burocracia y más eficacia» fueron alguna de las consignas que acompañaron con cencerros. Durante la propuesta, estuvieron acompañados por miembros del PP de Siero, que apoya las reinvindicaciones vecinales.
Enrique González, vecino de Tiñana y portavoz de los afectados, señaló que «la población de jabalíes está aumentando muchísimo, pero nos encontramos con que Socasino defiende que es una sociedad sin ánimo de lucro y con sus propias reglas y que no va a hacer caso a lo que dicte el Gobierno del Principado porque creen que no van a tener jabalíes, nos movilizamos para que vean que no es así y que es necesario que aumenten el cupo y cacen todos los que sean necesarios».
Los vecinos aseguran que las tres piezas fijadas por Socasino para cada batida son «insuficientes» e insisten en que «el Principado vio que el problema se le iba de las manos y por eso eliminó el cupo». Asimismo, recuerdan que el problema de Siero se ve agravado puesto que el coto estuvo sin actividad durante dos años. «Los jabalíes están haciendo muchísimo daño, prácticamente ya los tenemos dentro del pueblo y ya no es solo las fincas que estropean, es que según está viniendo el tiempo ya no hay yerba para segar porque no llueve y lo poco que hay está fozao por ellos», comenta González, quien añade que el problema se recrudece en Argüelles con los daños ocasionados a las plantaciones de fabes.
Por otro lado, anuncian que continuarán con las reivindicaciones y no descartan constituirse en colectivo. «En Piloña tenían el mismo problema e hicieron una asociación que funciona muy bien; tienen su perito y su abogado que hablan directamente con el coto para los daños y si no llegan a acuerdo, lo llevan a juicio», apuntan.
