ARRIONDAS

Lección de solidaridad animal en el Colegio de Arriondas

Charla de la Asociación Mundo Vivo en el Colegio Público Río Sella

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Mundo Vivo en Arriondas

 

La importancia de las adopciones pero también de la solidaridad, de levantar la voz contra el maltrato y el abandono, del voluntariado o de la existencia de las protectoras de animales fueron los temas principales que la Asociación Mundo Vivo trasladó a los pequeños del Colegio Público Río Sella, de Arriondas, en una charla.

Como ejemplo de para qué sirven todas estas cosas, las voluntarias de la protectora llevaron hasta el centro escolar a "Aida" y a "Bambi", dos perras rescatadas con historias muy diferentes pero el mismo final: la felicidad de ambos canes tras ser adoptados, cuidados y tratados con cariño.

"Aida", mestiza de labrador, llegó a la asociación tras ser rescatada de un dueño que la sobrealimentaba y no la paseaba. Cuando los voluntarios consiguieron su custodia pesaba 70 kilos y prácticamente no podía andar. Ahora, tras tres años atendida, paseada y teniendo una buena dieta y afecto, su peso ha bajado a mas de la mitad y vive feliz en casa de Maribel, voluntaria de Mundo Vivo, que fue quien la adoptó tras conocerla y pasar tiempo con ella. El caso de "Aida" no es un caso de maltrato al uso, ya que no era agredida ni estaba abandonada. Sin embargo, la manera de cuidarla que tenía su anterior dueño no era beneficiosa para ella, y corría el riesgo de fallecer por la mala alimentación, la poca actividad y el sobrepeso que presentaba. Un grupo de voluntarios se encargó de pasearla durante una temporada hasta que Maribel decidió convertirla en un miembro más de su numerosa familia animal. Ahora "Aida" vive con Maribel y visita asiduamente a su antiguo compañero humano, quien reside en una residencia de mayores de Posada de Llanes.

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Estefanía con "Bambi", la perrita que perdió una pata en un cepo.

La de "Bambi" si que es una historia de abandono y maltrato, ya que ella (de la raza podenco) era utilizada para la caza en el sur de España. Un día tuvo la mala suerte de caer en un cepo destinado a atrapar a algún animal salvaje y la persona que debía cuidarla decidió dejarla allí, sufriendo, enganchada al cepo por una pata, antes que rescatarla y cubrir sus gastos veterinarios, demostrando que los animales más salvajes no son los que habitan en los bosques, precisamente. A Bambi la encontraron con la pata derecha delantera muy infectada, puesto que mordió la trampa y su piel hasta conseguir huir del cepo. Tras enterarse de su historia por las redes sociales, Estefanía (otra de las voluntarias de Mundo Vivo) la trajo a Asturias para proporcionarle la asistencia veterinaria que requería y tenerla en acogida hasta que apareciera un hogar donde quisieran adoptarla. Finalmente, la pata de Bambi no pudo salvarse y hubo que amputar. Pero ella ahora vive feliz y siendo querida por Estefanía, que finalmente, enamorada de la joven perra, decidió quedarse con ella. “A pesar de que le falta la pata es la que mas corre de todos mis perros”, afirmaba la voluntaria “como sufrió tanto por culpa del ser humano, "Bambi" es aún muy miedosa. Y eso que ya ha mejorado mucho en confianza, pero el trauma es importante”.

Los pequeños escucharon las historias de las dos visitantes perrunas con atención y empatía y levantaron la mano para hacer numerosas preguntas.

Los de Mundo Vivo también les hablaron a los niños de los circos con animales, acercándoles la dura realidad de esos negocios y el maltrato al que someten a leones, tigres, elefantes, monos…y demás especies explotadas en los circos. También, mediante diapositivas, mostraron a los niños el antes y el después de las distintas adopciones y rescates que realizan, demostrando como cualquier animal puede ser el más guapo con un poco de amor y cuidados.

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Foto de familiade los escolinos de Arriondas con las perritas de Mundo Vivo.

Finalmente, Mundo Vivo dio paso en la charla a una de las voluntarias de la Asociación de animales de Parres, ArriGuau, quien les pidió a los pequeños implicación para que el Ayuntamiento parragués deje al voluntariado acceder a la perrera municipal durante todo el día -actualmente sólo tienen permiso para hacerlo por las mañanas y con ese horario no pueden prestar la asistencia que requieren los canes errantes que están encerrados en las jaulas municipales-. La charla también sirvió para mostrarles a los niños las distintas formas que tienen de ayudar a los animales, adoptando, haciéndose voluntarios para pasear a los perros o haciéndose casa de acogida, un trámite sencillo que no requiere un compromiso a largo plazo pero que significa un gran alivio para los voluntarios y, sobre todo, para los pobres perros abandonados, que pueden tener el calor y el amor de una casa, aunque sea temporal, mientras aparecen los humanos que se decidan a adoptarlos y hacerlos un miembro más de la familia.

La de Mundo Vivo es una labor altruista y necesaria que ahora se extiende a las aulas de los colegios con la intención de sembrar en los pequeños la semilla de futuro que haga que nazca una nueva conciencia en el trato que dispensamos a los animales.